[Doc.
N° 5 .]
1715: Metepec. Un fraile manda quemar un títere por aparecer
vestido de religioso y denuncia a una prestidigitadora y a unos titiriteros.
[Al margen:] Denuncia.
En este Combento
de San Juan Baptista del Pueblo de Metepec en veinte deel mes de Mayo
de mill, setecientos, y quinse años fray Juan de Torres, Lector
Jubilado, Ministro y calificador deel Santo Officio de la Inquisicion
de esta Nueva España, y actual Guardian de dicho Combento en
cumplimiento de su obligacion, y jurando en forma para expresarverdad,
dice, y denuncia, que estando sentado en la porteria de su Combento
el dia dies de Mayo de este presente año, y conversando con un
mozo, español, nombrado Joseph de Torres, vezino de dicho Pueblo
de Metepec, de oficio musico, a las dies de dicho dia, le oyo decir
el denunciante, que aviendo venido a dicho Pueblo a tomar posesion de
esta Alcaldia mayor el Capitan Don Manuel Nuñez de Villavicencio,
y Orosco, para la celebridad de su entrada, vino una muxer anciana,
cuyo nombre no dixo por no saberlo, solo sí parecerle ser de
la Puebla, a jugar suertes de manos, y entre varias, que hizo, jugo
una especial, qual fue la de repartir a los circunstantes seis, u ocho
pesos en reales de a ocho, y sacarlos luego de un guebo, que quebro,
estando integro, e illeso, y ponderando la repugnancia natural, que
esto podía tener, dixo, que admiró mucho a los presentes,
y en especial a Don Diego Orosco primo de dicho Alcalde mayor, que oi
se halla de Teniente deel partido de Yztlahuaca, y que lo referido fue
publico por hallarse muchas personas en dicha celebridad.
*
[Al margen:] Denuncia.
Debaxo del mismo
Juramento dice el Denunciante, que aviendo venido a este dicho Pueblo
un muchacho, al parecer mestizo, de edad de diez, a doce años,
poco mas o menos, nombrado Juan Anthonio, natural de Mexico, en compañia
de otro hombre provecto, al parecer español, de quien se dixo
ser hermano de un Maromero, Maestro en dicho oficio del susodicho muchacho,
y de otro mozo español, nombrado Pedro, arrenquín de dicho
muchacho, con ocasion de jugar la maroma en dicho Pueblo, jugaron tambien
los títeres, y entre varios muñecos, que bailaron, sacaron
uno en forma y traxe de religioso del Carmen, con ficcion de confesion
sacramental con otro muñeco derribado por un toro, a que el Denunciante
les reprehendio, y amonesto, previniendoles no abusasen mas de cosas
tan sagradas, quitandoles el muñeco, y mandandolo quemar, encargandoles
advirtiesen lo mismo a los de su oficio, en semejantes, y perniciosos
abusos, a que condescendieron con toda humildad, y protestando su execucion
en lo que se les mandaba, advertidos, que si bolviessen a incurrir en
dichos abussos, serian castigados por el Santo Tribunal de la Inquisicion.
Y esta es la verdad para el Juramento que tiene fecho el Denunciante
por descargo de su conciencia quien no lo dice por odio, y prometio
el secreto, y lo firmo de su nombre.
Fray Juan de Torres
[rúbrica].
AGN, Inquisición, Vol. 759, f. 279.
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