El presente trabajo
se circunscribe a la labor dramática con fines doctrinarios realizada
por los misioneros franciscanos en el siglo XVI, en tanto que abarcar
el performance religioso
realizado por otros, o el que se extiende a otros siglos sería
de una gran amplitud. Para profundizar en el tema, remito al lector a
la bibliografía. |
Tras
la conquista militar de las Indias, realizada por los españoles
en 1521, con la toma de Mexico-Tenochtitlan, se produjo la conquista espiritual.
Ésta inició en 1523 con la llegada de tres religiosos de
la Orden de San Francisco: fray Juan de Aora, fray Juan de Tecto y fray
Pedro de Gante. Su labor en la Nueva España se vio reforzada cuando
un año después arribaron otros doce franciscanos. |
Tlacuilo indígena de los informantes de Sahagún, Códice
florentino, libro II, cap. 13, fo. 20v: Presagio de la quema
de templos. (León-Portilla, coord. gral., 1101).
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La
Orden Franciscana revestía características tales que sus
miembros estaban convencidos de realizar una tarea evangelizadora en lengua
náhuatl y por un medio que lograra conmover a los nativos: la representación
en vivo de pasajes del Evangelio. |
Estos
misioneros estaban imbuidos del espíritu renacentista, y recibían
influencias intelectuales y humanísticas derivadas de grandes personalidades
italianas como Petrarca y Valla, y del español Nebrija. |
El
italiano Petrarca se dio cuenta que la antigüedad clásica
no era una civilización aparte. Por tanto, podía abrirse
camino para plantear un programa de estudio que, orientado hacia los clásicos,
revelara su espíritu. El foco de atención de Petrarca era
el lenguaje: si se quería comprender a la antigüedad clásica,
esto tendría que partir de sus propios términos, es decir,
basándose en el lenguaje, con el cual griegos y latinos habían
expresado sus pensamientos. ![]() |
Una de las bases de la formación humanística era el conocimiento del latín. Inclusive, uno de los primeros métodos de evangelización fue el adoctrinamiento de los indígenas en latín. Se utilizaron diversas herramientas didácticas para la memorización de la doctrina cristiana en esa lengua europea. |
Pese a esta labor
de evangelización, toda la doctrina así enseñada
rindió poco fruto, pues ni los indios entendían lo que decían,
ni se apartaban de sus costumbres y ritos, ni, menos, los frailes podían
reprenderles por no saber su lengua; vistos estos resultados los frailes
pronto dejaron de evangelizar en latín a los indios. ![]() |
Además que
resultó un infructuoso método, la enseñanza del latín
a los indios estuvo sujeta a una polémica, ya que muchos pensaban
que ésta les permitiría acceder a la educación superior,
y aun a su instrucción en teología, que les daría
la posibilidad de ingresar al sacerdocio. Ello equivaldría a reconocer
al indígena en un plano de igualdad con la cultura conquistadora,
lo cual era inconcebible. |
El
humanismo renacentista que determinaba a los franciscanos no sólo
se reflejó en su interés por el latín, sino en la
comprensión de las culturas a partir del conocimiento de su idioma.
Es por ello que, a la par que se llevaba a cabo el fallido método
latinista, los franciscanos aprendían náhuatl. |
Catecismo
de Pedro de Gante. (León-Portilla, coord. gral., 1257).
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Una vez que los frailes franciscanos se hubieron trasladado a Nueva España y palpado la grandeza de la cultura nativa, llegaron a pensar que: |
[...] puesto que
el siglo XVI era como la iglesia primitiva para los indios, el período
precortesiano era análogo a la era precristiana en el Viejo Mundo,
es decir, a la antigüedad clásica de América. ![]() |
Esta supuesta analogía,
gracias a la cual los españoles se interesaron en la "antigüedades"
de los indios, hizo que se lograran obras tan valiosas como las crónicas
de los misioneros que hoy llegan a nuestras manos. |
Desde sus orígenes, la orden mendicante, que tenía a Francisco de Asís como guía, mostró tendencias a acercarse y convivir con la gente humilde en el mismo sitio donde ésta habitaba, así fuera un lugar recóndito. |
En 1205 [Francisco
de Asís] [...] pasa largas horas en una gruta, se ocupa de los
leprosos e intenta rehacer de sus ruinas el pequeño oratorio cercano
a San Damián [...] En 1219, el segundo capítulo incita a
los religiosos a convertir a los infieles. Francisco, reanudando un viejo
sueño, pasa para Egipto donde se une a la armada de la quinta cruzada,
de ahí, pasa a Siria [...]. ![]() |
Estas acciones muestran
los antecedentes del espíritu de los franciscanos que convivieron
junto a los indígenas mexicanos, como fue el ejemplar caso de fray
Pedro de Gante. |
Fray
Pedro de Gante. (León-Portilla, coord. gral., 1077).
|
Las
tradiciones de la orden franciscana dieron forma, en el nuevo mundo, a
políticas cada vez más específicas y a prácticas
orientadas hacia la Iglesia utópica, que enmarcaban la evangelización
franciscana, no meramente como un instrumento lingüístico
de catequización sino también como base para una nueva nación
cristiana. |
Así
pues, la orden franciscana: 1) Adoptó formas poco rígidas, que dejaban mucho campo a la iniciativa individual. 2) Fundó escuelas para indígenas como medio de cristianización. 3) Creía que el conocimiento de las lenguas indígenas era de mayor importancia o urgencia, como instrumento de evangelización, que el conocimiento del castellano. 4) Se entusiasma por el buen ingenio que demostraban los indios de sus escuelas, en especial los del Colegio de Tlatelolco, y abrigó la esperanza de que algunos pudieran ser admitidos en las filas del clero, y también en la vida religiosa. ![]() |
Por
el mismo carácter de la orden franciscana, cuando inició
su labor en el nuevo mundo, fomentó un trabajo indigenista, acarreando
numerosos ataques provenientes de la orden dominicana, de la Inquisición
y hasta de algunos franciscanos. |
Varias
de las acciones que emprendieron los franciscanos eran tachadas de no
ser ortodoxas en su momento, principalmente, por los dominicos, cuyos
lineamientos se contraponían a aquéllos. ![]() |
El desinterés de las autoridades dominicas por una preparación académica complementaria de la observancia religiosa promovió que, al toparse con la realidad americana, hubiera una despreocupación por la enseñanza del evangelio en lenguas nativas. Una de las formas en que esto se muestra es, por ejemplo, el caso en que la Corona española transmitió una orden en la que se insistía que los frailes enseñaran en lengua castellana para una evangelización más intensa. Mientras que los dominicos la aceptaron sin reserva, los franciscanos simplemente no lo tomaron en cuenta. |
No [se conoce] nada
respecto al cumplimiento de este mandato por los franciscanos de Nueva
España, es probable que hayan considerado suficiente, en este punto,
lo que ya venían haciendo con sus escuelas para indígenas.
Tampoco hallo que esta necesidad de estudiar castellano haya sido planteada
por ellos durante el resto del siglo. ![]() |
Se puede apreciar claramente la diferencia que hay entre las dos órdenes respecto al planteamiento de su método misionero. Una de las características de los franciscanos era su punto de vista pragmático en el adoctrinamiento de los indígenas, lo cual dio lugar a un acercamiento con ellos. |
[...] los frailes
[...] creyeron que el castellano, por su carácter y estructura,
era muy diferente de las lenguas indígenas y que difícilmente
podría ser asimilado por la mayoría de los indios, en particular
ya adultos. ![]() |
Otra cuestión
duramente criticada por los dominicos quienes, como se ha visto, ejercían
una ortodoxia inflexible, fue que los frailes franciscanos administraran
en un principio el sacramento del bautismo en forma masiva, reduciendo
las ceremonias a lo estrictamente esencial. Esto concurrió al punto
de que el dominico fray Juan de Oseguera fuera comisionado para tratar
el asunto en Roma, en 1537. ![]() |
Lienzo
de Tlaxcala, lám. 8: Clérigo bautizando al señor
Xicoténcatl.
(León-Portilla, coord. gral., 1126). |
Los
franciscanos observaron, entre ellos especialmente Pedro de Gante, la
inclinación de los indígenas a las representaciones (sagradas),
los cantos, los bailes, la ornamentación escénica y la caracterización
festiva. |
Muy
pronto se comenzó a utilizar como instrumento catequístico
la unión de la imagen plástica con el canto y el baile.
A ésta siguió la producción dramática franciscana. |
Dentro
del contexto de la evangelización franciscana, fueron muchos los
actos performáticos que realizaron; desde los procedimientos audiovisuales
para enseñar latín y doctrina cristiana, los bautismos masivos,
hasta la fiesta de la Natividad de Cristo que, a iniciativa de Pedro de
Gante, se llevó a cabo en diciembre de 1526. Ahí se echó
mano de la pintura, la música, el baile y un texto del mismo Gante,
narrando los acontecimientos propios de la fiesta. |
José
Vivar y Valderrama: El bautizo de Cuauhtémoc por fray Bartolomé
Olmedo (mediados del siglo XVIII).
Óleo sobre tela, 397 x 410 cm. Museo Nacional de Historia. (Lafaye, 74). |
Debido
a la escasez de fuentes para documentar la producción dramática
del teatro franciscano en náhuatl, se proporcionan aquí
los datos que, aun cuando en muchos casos no es posible corroborarlos,
se repiten en los trabajos de los especialistas. |
Uno
de ellos es el registro de la que se tiene como la primera obra teatral,
escria y representada en 1530 en la capital de Nueva España: la
Conversión de San Pablo. Ya que la existencia de esta obra
sólo ha sido mencionada por John H. Cornyn en 1944, y no se poseen
corroboraciones, se tiene en duda. |
Dos
son los libros de los que recomendaría partir para abundar al respecto:
El teatro náhuatl (1974), del mexicano Fernando Horcasitas,
y El teatro evangelizador (1999), de la española Beatriz
Aracil. Este último libro resulta fundamental por la profundidad
de lo investigado y por su actualización. De esta autora, extraigo
a continuación su "Relación cronológica de representaciones
teatrales organizadas por misioneros en Nueva España durante el
siglo XVI". ![]() |
¿1530. México.
Conversión de San Pablo? John Cornyn, introducción a "Tlacahuapahualiztli (Bringing up Children)", p. 316 (se desconoce la fuente original). ¿1531. México.
El diluvio? ¿1533? Cuernavaca.
La tentación del demonio. 1533. Tlatelolco
(México). El juicio final. 1538 (Corpus Christi).
Tlaxcala. Adán y Eva; La tentación del Señor;
San Jerónimo; San Francisco (¿"cuadros vivientes"?). 1538 (S. Juan).
Tlaxcala. Anunciación de la Natividad de San Juan; Anunciación
de Nuestra Señora; Visitación de Nuestra Señora
a Santa Isabel; Natividad de San Juan. |
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Baltazar
de Echave Orio (1548-1620): Anunciación (detalle), siglo
XVII. |
1538 (15 de agosto).
Tlaxcala. Asunción de Nuestra Señora. Bartolomé de las Casas, Apologética, cap. 64, pp. 213-214. 1538. México.
Juicio final (autor: fray Andrés de Olmos). 1539. Tlaxcala.
La caída de nuestros primeros padres (¿autor: fray
Toribio de Benavente, Motolinía?) 1539 (Corpus Christi).
Tlaxcala. La conquista de Jerusalén (¿autor: fray
Toribio de Benavente, Motolinía?); La tentación del
Señor; La predicación de San Francisco a las aves; El
sacrificio de Abraham. 1575 (Corpus Christi).
Etla (Oaxaca). El sacrosanto misterio del cuerpo de Cristo nuestro
bien (autor: fray Alonso de la Anunciación). 1586 (9 de noviembre).
Purenchéquaro (Michoacán). San Pedro y San Andrés
("cuadro viviente"). 1587 (6 de enero).
Tlaxomulco (Jalisco). Adoración de los Reyes Magos. |
|
Baltazar
de Echave Orio (1548-1620): La adoración de los reyes,
finales del siglo XVI. Óleo sobre madera, 245.5 x 155.5 cm. Pinacoteca
Virreinal de San Diego. (Lafaye, 119). |
1587 (26 de febrero).
Tamatzula (Jalisco). Impresión de las llagas de San Francisco
("cuadro viviente"). Fray Antonio de Ciudad Real, Tratado, II, cap. 91, p. 147. 1587 (27 de febrero).
Zapotlán (Jalisco). Lucha entre el arcángel San Miguel
y Lucifer ("cuadro viviente"). |
|
Pieza
religiosa del siglo XVII: San Miguel Arcángel, colección
Franz Mayer. (Florescano, vol. 4: 70). |
1587 (27 de febrero).
Zapotlán (Jalisco). La asunción de Nuestra Señora. Fray Antonio de Ciudad Real, Tratado, II, cap. 91, p. 148. 1587 (4 de marzo).
Techalutla (Jalisco). Parábola del rico avariento. 1587 (viernes santo).
Coyoacán (México). La Pasión de Nuestro Señor
Jesucristo. 1595. Sinaloa. Coloquio
de los pastores. |
El apogeo del teatro
franciscano en náhuatl tiene lugar entre 1538 y 1539, con representaciones
en la ciudad de México y en Tlaxcala, y luego un repunte, en 1587,
con fray Antonio de Ciudad Real, en Jalisco. Por la descripción
que de ellas se encuentran en las crónicas de Motolinía,
fray Juan de Torquemada, fray Bartolomé de las Casas, y el propio
Ciudad Real, nos podemos dar cuenta de la espectacularidad de las escenificaciones. |
||
A
ellas concurrían miles de indígenas que las observaban desde
el atrio de una iglesia o convento. Los actores eran también indígenas
hablando en su propia lengua. Ellos elaboraban su vestuario y decoraban
el escenario. ¿Cómo no hacerlo y cómo no tener esa
concurrencia, si estaban habituados a hacerlo apenas unos años
antes? |
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En
sus magnas festividades prehispánicas asistían con gusto
y con fervor religioso. Podían sólo observar o participar
activamente. Se trataba de un ritual en el que había que colaborar
para su buen fin. Antes de la llegada de los españoles había
escuelas donde los indios eran adiestrados en el arte de la oratoria,
el canto, el baile y la gestualidad. Así como en la confección
de los atuendos y adornos. Pero en los adornos podía incluirse
la presencia de animales, para lo cual también había especialistas
en su cuidado y domesticación. |
||
|
||
Múltiples
sustituciones se realizaban y a menudo sincretismos. Una de las sustituciones
importantes fue la de dioses prehispánicos por santos católicos.
Los franciscanos pedían a las autoridades indígenas ayuda
para la ubicación y edificación de iglesias y conventos.
Los lugares elegidos para tal fin eran sus propios sitios sagrados, por
lo que en ese renglón también se efectuó una sustitución. |
||
La libertad que los misioneros dieron a los indios para elegir los elementos performativos que se integrarían en las representaciones, hizo que los viejos cantares se sustituyeran por nuevos. Pero qué decir de |
[
] los lugares
sucesivos ocupados por los danzantes, sus movimientos y posiciones jerárquicas
en el conjunto, las coreografías, los cambios de ritmos, el color
y el tipo de adornos, flores, plumas, joyas, pinturas corporales, las
celebraciones litúrgicas que las propician y los momentos del día
o de la noche en los que los indígenas suelen entregarse a ellos,
etcétera. Todos estos detalles, que parecen insignificantes a tantos
religiosos ignorantes o desprevenidos, son en realidad reveladores de
prácticas y creencias idolátricas. ![]() |
Cada uno de esos
elementos tenía un significado particular, que los indios relacionaban
con sus antiguas creencias. Por tanto, la supuesta evangelización
promovida por los franciscanos resultaba incompleta, lo cual condujo a
los sincretismos o a la supervivencia de aspectos idolátricos. |
Se
propiciaban y auspiciaban mescolanzas entre las liturgias prehispánica
y católica, así como en otros órdenes de las manifestaciones
culturales. Ello aún se refleja en el México actual, en
donde es prácticamente imposible distinguir, en muchas de nuestras
expresiones de raigambre tradicional, entre una herencia europea y una
indígena. |
Los estudiosos del teatro evangelizador coinciden en afirmar que su decadencia se da a fines del siglo XVI, por varias razones. Por una parte, las disputas entre el clero regular y el clero secular, que ya sonaban a mediados del siglo, paulatinamente se incrementaron. |
Así pues,
el mayor control de la Corona que, a pesar de sus contradicciones, estaba
decidida a llevar a cabo la secularización de la Iglesia en América
y los enfrentamientos de los misioneros con los obispos, encargados de
realizar dicha secularización en Nueva España, quebrantaron
la preeminencia de las órdenes mendicantes, cuya precaria situación
se agudizó a partir de 1571 con la implantación del tribunal
de la Inquisición y la posterior llegada de los jesuitas. ![]() |
Asimismo, la serie de epidemias que hubo en Nueva España diezmó la población indígena, principalmente la sucedida en 1545 y la de 1576. |
Detalle
del Códice Osuna: Indígena cocoxqui (enfermo).
(León-Portilla, 1130).
|
Por otro lado, |
Las clases privilegiadas
indígenas que habían apoyado a los misioneros ibam perdiendo
su poderío y pronto se integrarían a la masa de los campesinos.
Pero de más peso era la disminución casi increíble
del número total de la población nativa, debida principalmente
a las epidemias. Se ha calculado que para fines del siglo XVI la población
había bajado por lo menos un 90 por ciento en relación con
el número que existía en el momento de la conquista. Había
aumentado el número de españoles, criollos, mestizos, negros
y mulatos, pero los frailes no podían contar con el apoyo de ninguno
de estos grupos. ![]() |
Como suele suceder
en tiempos de embates de estos tipos, la costumbre de celebrar festivamente
con representaciones que incluyan danza y canto, se refugió en
el ámbito popular, desde donde, no el teatro evangelizador, sino
los performances, se transformaron en las actuaciones de la Pasión
de Cristo, las pastorelas, las danzas de Moros y Cristianos, y muchas
otras formas de sobrevivencia cultural ante el poder hegemónico. |
La llegada de la Inquisición a Nueva España coincidió con un cambio social y cultural. La sociedad criolla cobró predominio y se impusieron el teatro profano, las fiestas cortesanas, las corridas de toros y otros entretenimientos. |