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CATÁLOGO DE 35 OBRAS DEL ARCHIVO TEATRO HISTÓRICO DE XAVIER ROJAS - SOCORRO MERLÍN | ||||
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La otra obra de este bloque se llama El hombre del Sureste y es de Miguel Ángel Tenorio, y trata sobre la participación de Tomás Garrido Canabal en la lucha. Este personaje, como Carrillo Puerto, fue originario del Sureste y de ideología socialista. Ambos personajes lucharon por obtener el poder y lo lograron, aunque al final fue Carrillo asesinado, y Garrido Canabal exiliado.
Miguel Ángel Tenorio organiza su obra en dos actos y un prólogo. La dedica al que fuera secretario particular de Garrido, Amado Caparroso. El texto en las didascalias pide siete personajes (mismos que representarán otros más, y pide también un escenario vacío con elementos escenográficos para ambientar las escenas.
Al comenzar la obra, los actores-personajes dicen al público, a quiénes van a representar. Los enemigos de Garrido son los soldados, los licenciados, los aristócratas. La autoridad, el gobernador, el presidente de la República. Los que apoyan a Garrido y las mujeres. La acción parte del veto a la elección de Garrido Canabal como diputado federal por Tabasco en 1920, a pesar de haber sido reconocido por la Cámara de Diputados en la ciudad de México, por haber ganado las elecciones.
Garrido se decide a luchar por cambiar las condiciones sociales de Tabasco. En la lucha política el pueblo de Tabasco le ofrece el gobierno del estado, pero se interponen sus enemigos. Plutarco Elías Calles lo apoya. Las ideas socialistas de Garrido, afectan a los capitales extranjeros que tienen empresas en Tabasco especialmente la minera y la petrolera. Los soldados en contubernio representados por el general Mireles, cometen tropelías y protegen a los ricos. Aparece un grupo de ingleses que quieren apoderarse de tierras y Garrido los echa de Tabasco. El presidente Obregón también lo apoya.
Ser gobernador de Tabasco no fue fácil, la historiografía refiere que Garrido tuvo que enfrentar a todos los que tenían intereses en explotar al estado: la Iglesia, los comerciantes, los empresarios, los militares (de quienes el pueblo sufría constantes agresiones y violaciones). El levantamiento de De la Huerta, es funesto para Garrido, pero Calles restablece a Garrido como Gobernador.
Garrido Canaval se propuso prohibir la especulación con bienes comestibles y la venta de alcohol. En 1926 concede el voto a la mujer. Después de ser gobernador intenta ser diputado, no lo dejan sus enemigos, y hay zafarrancho de sus seguidores los "Camisas rojas" en México. Garrido se exilia y vuelve a Tabasco. Trabaja por la educación y combate la religión. Sus enemigos no descansan. La salida de Tabasco de Garrido, una segunda vez, es definitiva se exila en Costa Rica y muere allí al poco tiempo.
Tenorio abarcó un gran volumen de información de la vida política y familiar de Garrido Canabal. Trata este corpus con el auxiliar de la narradora y la acción entre los amigos y enemigos de Garrido. Se vale del recurso de la presentación de los actores anunciando los personajes que representarán en la obra, con lo que el dramaturgo abre otros espacios dramáticos. Los diálogos son cara a cara, sólo la narradora lo hace al público, así como algunas reflexiones subjetivas de Garrido.
El dramaturgo Tenorio presenta a su personaje Garrido como un hombre fuerte y constante en el cambio de la vida de Tabasco. Nos presenta a un hombre conocedor de la agricultura, que experimenta en su exilio con semillas distintas a las usadas en Tabasco, y como alguien que logró la justicia social. En un final anticlimático los actores se dirigen al público para decir que Garrido murió y otros actores comentan que después las cosas no fueron igual es en Tabasco.
Miguel Ángel Tenorio escribió un elogio a Tomás Garrido Canabal. Tomó de la historia las largas antesalas que Garrido hubo de realizar en Palacio Nacional; las componendas de los políticos y los poderosos, y las complejas intrigas de sus enemigos, así como su relación con los gobernantes de la época: Obregón, Calles y Cárdenas. También incluyó la causa de su último autoexilio, debido a la expulsión de Calles por Cárdenas. Todas estas situaciones las convirtió en acción dramática con largos parlamentos cara a cara.
En este elogio sólo se alude a los "Camisas Rojas", su principal fuerza de choque,142 pero no aparecen en escena. Lo que sí se percibe por medio de los parlamentos de Garrido, es la forma cómo impuso tan duramente la prohibición del alcohol y su destrucción furibunda de lo religioso. En cambio, el discurso no se detiene en su manejo del poder. En esta obra, contrariamente a la anterior sobre Carrillo Puerto, donde el dramaturgo no maneja otra faceta del personaje, en ésta Miguel Ángel Tenorio da curso al pathos político y familiar. El apoyo moral de Garrido en la obra, es su esposa Lolita, con quien Garrido pierde toda su energía política para mostrarse como un esposo devoto.
Garrido Canabal impuso en Tabasco una política de hierro, con lo que logó revertir la pobreza, pero esto sólo duró, en efecto, mientras estuvo al frente del gobierno. Las restricciones fueron tan violentas, que la implantación de conductas positivas, no echaron raíz en el pueblo tabasqueño.143 Iván Menéndez dice que Garrido impulsó el cooperativismo, pero no como tránsito –ni en su concepción ni en la práctica–, a sistemas colectivos de apropiación social, sino como fórmulas modernizadoras que permitieron el desarrollo del capitalismo agroindustrial, basado en la pequeña empresa enfrentada a los monopolios norteamericanos.144 Agrega que Garrido nunca igualó a Carrillo Puerto, aún en su etapa más radical y que tampoco formó un partido que aglutinara a la izquierda local y la conectara con la nacional.
Miguel Ángel Tenorio no adoptó las otras facetas de su personaje, sino aquellas que lo convirtieron en una figura importante para el pueblo de Tabasco como político de su tiempo. Resume en dos líneas la política de Garrido Canabal cuando el personaje dice "… quise seguir la ley y los poderosos me pararon. Quise seguir mi ley y la realidad política me superó."
142 Alan M. Kirshner. Tomás Garrido Canabal y el movimiento de los Camisas Rojas, Sepsetentas, México, 1976.
143 Ibid.
144 Iván Menéndez, Op., Cit, p. 80.
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