Teatro de revista


A finales de la década de los setenta, la carrera de Pilar Pellicer se encontraba en su punto más alto. Era ampliamente reconocida por su trabajo en cine, teatro y televisión.

A la par del éxito de Pellicer, la Ciudad de México se transformaba. A finales de los años setenta su crecimiento se había desbordado. La vida nocturna de esa ciudad en constante expansión se incrementó con el surgimiento de innumerables cabarets, centros nocturnos y teatros de revista, en donde las estrellas eran las vedettes que amenizaban las horas en medio de escenografías deslumbrantes. Pilar Pellicer también disfrutó de esas noches inacabables; en 1978, participó en un espectáculo para el famoso centro nocturno King Kong, que a la entrada ostentaba una enorme figura del célebre gorila. Con la producción de la legendaria Margo Su, Pilar bailó luciendo espectaculares vestuarios, llena de brillos y lentejuelas. Al año siguiente, se le volvió a ver actuando y bailando, ahora en el Teatro Blanquita. La noche recibía a Pilar Pellicer con los brazos abiertos.