Ciclo Teatros Originarios
Bajo este rubro, que pretende subrayar el carácter espontáneo y ligado a la vida de sus comunidades específicas, se reúnen aquí cinco programas documentales en torno de diversas teatralidades de fuerte arraigo en México; pasadas, vigentes o en trance de desaparición. Estos programas son resultado de la investigación teatral, la mayor parte de ella realizada en el Centro Nacional de Investigación, Documentación e Información Teatral “Rodolfo Usigli” (CITRU/INBA) que también colaboró con el cineasta Óscar Urrutia en la difusión de sus trabajos realizados junto con especialistas teatrales de Yucatán.
De raíces profundas y complejas, cada una de estas manifestaciones escénicas pone en evidencia sin embargo, su singularidad: de los teatros populares por excelencia, como lo fueron los títeres de Rosete Aranda entre los siglos XIX y XX, a la peculiar asimilación del circo en los contextos rurales de la Mixteca, donde los integrantes de la Maroma campesina luchan hoy por mantener viva esa forma de expresión espectacular; de las representaciones sagradas de Yucatán, donde se fusionan las prácticas y creencias mayas con el teatro y la fe inculcados por el cristianismo, a las representaciones de carácter cívico en dos comunidades del estado de Morelos, relacionadas con ecos del nacionalismo decimonónico y resonancias de las figuras de la Revolución.
Un mosaico de la complejidad e importancia que tienen y han tenido las manifestaciones escénicas en la configuración de las identidades en nuestro país, un ejemplo de los muchos teatros que reflejan y moldean la vida de otros tantos mexicos. (RO)
Crédito de la fotografía: Sofía González Caccia.La fotografía forma parte de la investigación Máscaras en acción. Personajes y representaciones de México (Conaculta / INBAL-CITRU), realizada por la misma autora.
Érase una vez… una historia de títeres
Dirección, producción y guion: J. Martín Almaraz Moreno
Investigación: Francisca Miranda
Biblioteca Digital 3
INBAL-CITRU-CNT / Canal 22-Programa de Teatro para Niños y Jóvenes
México, 2009
Tras las huellas de los legendarios títeres que bajo la razón social Rosete Aranda surgieron en un poblado de Tlaxcala a mediados del siglo pasado y cuyas compañías —las fundadas por Antonio Rosete Aranda y por Carlos V. Espinal en 1913— recorrieron el país para divertir con sus variados repertorios a generaciones de mexicanos, el documental Érase una vez… una historia de títeres registra los testimonios de Gerzon Orozco García y Alfonso Hernández Castillo, funcionarios culturales en Huamantla, Tlaxcala; Armando y Ma. Elena Rosete Rivera y Rosa Ma. García Espinal, descendientes de los titiriteros; los peritos y restauradores Sergio Montero Alarcón, Claudia del Río y Lourdes González; Lucía García Noriega, directora del Centro Nacional de Conservación y Registro del Patrimonio Artístico Mueble; Rodolfo Obregón, director del CITRU; así como los de Marisa Giménez Cacho y Francisca Miranda, autoras de la investigación que guía este documental y que se publica en los 2 CD que completan esta colección.
La historia oral incursiona en las genealogías y personalidades de los empresarios-titiriteros protagonistas de esta historia; gira sobre las distintas técnicas de elaboración de los muñecos; los variados repertorios, representados con títeres elaborados artesanalmente por ellos mismos, con libretos originales que incluían cuentos tradicionales, cuadros religiosos, dramas históricos, números de baile, de circo, e incluso de personajes de carpa con sketches de crítica política y social. Como extras, se incluye la recreación con títeres de un monólogo del personaje Vale Coyote, interpretado por el grupo Malintzin y de una corrida de toros, por el grupo La Bruja; así como la pieza musical “Titiritero”, interpretado por el grupo Floresta.
Maroma campesina: De la yunta a la escena
Realización, guion y edición: Eugenio Cobo
Investigación y entrevistas: Luz María Robles
Presentación: Maya Ramos Smith
Biblioteca Digital 3
Conaculta / INBAL-CITRU
México, 2009
Como un ejemplo excepcional y en sintonía con la investigación documental Versistas de la escena: la maroma campesina, de Luz María Robles, también publicada en la Biblioteca Digital del CITRU, con imágenes de video grabadas entre 2002 y 2003 por Alejandro Macías y Rubén Luengas, el documental de Eugenio Cobo, Maroma campesina: de la yunta a la escena, versa sobre la compañía acróbata del Rosario Xicaltepec, del pueblo de Tezoatlán de Segura y Luna, en la Mixteca baja de Oaxaca.
La narración se propone el seguimiento del desarrollo de una función, con secuencias de los momentos del armado del tinglado en el espacio elegido y la preparación de los actores para la función, pasando por el convite y los pregones de los payasos que recorren el pueblo acompañados de la banda de alientos, hasta el espectáculo en vivo ante el público, con los números cómicos y los versos de los payasos, la música de la banda de Yucuñuti de Benito Juárez, los fuegos artificiales y los bailes y las suertes acrobáticas de los trapecistas, barristas, alambristas y gimnastas. Se interpolan entrevistas con los integrantes del grupo con testimonios sobre su preparación y su trabajo para el evento comunitario, su entorno social y la ilusión de la compañía de continuar y conservar viva una tradición que practicaron sus ancestros desde hace décadas.
Representaciones ceremoniales de Yucatán: Buscando al hombre sagrado
Realización: Óscar Urrutia Lazo
Biblioteca Digital 3
Conaculta / INBAL-CITRU
México, 2010
El CITRU integra y difunde en su Biblioteca Digital uno de los videos realizados por el cineasta, documentalista y fotógrafo Óscar Urrutia, en torno a las manifestaciones de los teatros originarios de Yucatán: Buscando al hombre sagrado (2005), documental sobre una investigación de Ignacio Tuz en torno a una ceremonia maya que, con la finalidad de alejar los malos augurios y pedir la protección de dios y la Virgen Auxiliadora para cuidar la salud de los hombres, las milpas, las plantas y los animales, se realiza cada cuatro años en las comunidades de San Luis, Chiquindzonot, Tekom y Mahas; en lengua maya y con subtítulos en español, el documental registra los distintos momentos de la ceremonia en la que el chamán y yerbero, el H´men, conduce a los varones de la comunidad en un ritual sacrificatorio en el que se integran elementos cristianos e indígenas tradicionales.
Simulacro de Zapata
Realización: Marco Antonio Zapata
Investigación: Luz María Robles Dávila
INBAL-CITRU
México, 2011
A partir de las investigaciones sobre el simulacro comunitario y sus resonancias culturales, Luz María Robles se abocó a la tarea de gestionar el registro y realización videográfica de una de las prácticas emblemáticas del estado de Morelos: el Simulacro de Zapata. En esta manifestación colectiva, el espíritu simbólico es teatralizado desde una perspectiva tradicional y de pervivencia de la memoria de los pueblos originarios del estado. Sus raíces han sido consistentemente nutridas por un acontecimiento histórico fundacional: la revolución encabezada por el caudillo del sur, figura primordial en la identidad morelense.
El Simulacro de Zapata reproduce esquemas de representación en los que mito y leyenda fraguan una historia compartida, así como comprometida, del espacio cívico. Toda la comunidad participa de este simulacro que intenta actualizar y reconfigurar las relaciones de convivencia en los valores que lo sustentan.
El Grito de Ixtlilco el Grande
Realización, fotografía y edición: Fernando Colin Roque
Investigación y argumento: Luz María Robles Dávila
INBAL-CITRU
México, 2012
Dentro de la tradición, las manifestaciones teatrales se realizan en espacios cerrados; no obstante, en diversas regiones del país todavía se suscitan escenificaciones donde se conjugan diversas formas de espectacularidad en ámbitos abiertos, asociados con las atmósferas y convenciones locales.
Durante los primeros años de vida independiente en México, se estableció un nuevo calendario cívico en el que el 15 y el 16 de septiembre fueron unas de las fechas más significativas. Así, en numerosas poblaciones, la “identidad nacional” empezó a construirse según lo mandado desde la capital del país. En San Miguel Ixtlilco el Grande, los actos protocolarios han adquirido otro tinte: el del almagre en la piel de los mecos, apaches, chinacos y la localidad entera.
La población se encarga de la confección de su propio vestuario; del convite, donde las barreras entre espectadores y participantes se diluyen; de la comida, como en las épocas de cosecha y en el intermedio de las faenas de beneficio colectivo. Todo corre por cuenta de quienes se han apropiado de una celebración oficial para convertirla en fiesta comunitaria.
Si en los informes gubernamentales se acostumbra el reporte de “todo en orden”, en este lugar se disfruta de una danza desde las primeras horas del día hasta el nuevo amanecer, donde resulta imposible mantenerse quieto ante el ritmo contagioso, la ingestión de bebidas embriagantes, el andar de los grupos entrelazados, el “orden” muy cercano al de un carnaval.
Para los especialistas en estudios culturales se trata de un fenómeno distinto. Acostumbrados a los casos donde se impone el carácter institucional sobre las costumbres ancestrales para convertirlas en artículos de consumo turístico, aquí ocurre lo contario: las ceremonias oficiales adquieren el matiz de los habitantes de San Miguel Ixtlilco el Grande, tan arraigados en su fiesta que se re-inventan, por ejemplo, en Minneapolis, Estados Unidos; es decir, más allá de las fronteras de su patria chica.
Miguel Ángel Vásquez Meléndez, CITRU