Historia del Viejo Gran Teatro Nacional de México

Manuel Mañón

CONACULTA / INBA
México, 2009
2 vols. 524 p.

Como testimonio de un proyecto de largo alcance para historiar los principales teatros de la ciudad de México que inició con su Historia del Teatro Principal de México -también editado en facsimilar bajo los sellos del Bicentenario y del 75 aniversario del Palacio de Bellas Artes- don Manuel Mañón (1884-1942) -autor de 36 obras del género chico y periodista y cronista teatral desde 1899-, escribió para el suplemento dominical del periódico Excélsior, su Historia del viejo Gran Teatro Nacional de México, parte de ella publicada después de su muerte. Con sucesivos nombres que variaron de acuerdo a los vaivenes políticos del país -Gran Teatro de Santa Anna, Teatro de Vergara, Gran Teatro Nacional, Gran Teatro Imperial y de nuevo, Gran Teatro Nacional- fue edificado por el empresario Francisco Arbeu, con un proyecto del arquitecto Lorenzo de la Hidalga, con el ideal de dotar a la ciudad de México de un teatro funcional y elegante, equiparable a los modernos teatros europeos de su tiempo, ya que contaba con espacios adicionales para un hotel, galerías y restaurantes, que lo hacían único en su género. “En mi glosa que relata la historia del Gran Teatro Nacional he bebido en las fuentes: periódicos y crónicas de aquellas épocas, programas, libretos, documentos y elencos que poseo, narraciones que escuché de labios de mi padre, de d. Manuel I. Cisneros, cantante de ópera y maestro de música, aunado a lo que yo alcancé a ver durante mi niñez y juventud, en la última década del XIX”, escribió Mañón, en el Proemio a su libro; y, en efecto, a lo largo de 55 entregas el cronista nos ofrece, año con año -de 1841 a 1900, periodo en el que transcurren los gobiernos de Santa Anna, los gobiernos juaristas y parte del de Porfirio Díaz- un retrato de la sociedad mexicana de la segunda mitad del siglo XIX, y una bitácora de los estrenos, elencos, personalidades, obras, críticas, documentos y eventos, sobre las mejores compañías mexicanas y extranjeras que visitaban la ciudad de México y que presentaron en su escenario repertorios que incluían obras líricas, dramas, óperas y comedias. En diciembre de 1900, para prolongar la calle 5 de Mayo, se inició la demolición del Gran Teatro Nacional y a unas cuadras de este terreno se edificó el actual Palacio de Bellas Artes.

Sobre la historia, estructura física, características estilísticas, tipológicas, técnicas y formales del Gran Teatro Nacional, ver en este catálogo: Aragón, María Eugenia, El Teatro Nacional de la ciudad de Mexico (1841-1901), Premio Rodolfo Usigli 1992, publicado también por el CITRU.