Teatro y profanación (Artaud, Brecht y Benjamin)

Teatro y profanación (Artaud, Brecht y Benjamin)

Agustín Elizondo Levet


INBA-CITRU


En el devenir del teatro moderno es evidente la influencia de dos personajes clave: Antonin Artaud y Bertolt Brecht. Con propuestas muy distintas de creación artística, ambos pugnaron por un verdadero teatro de su tiempo, ¿cómo es que apelando a la magia ritual o al materialismo histórico, el teatro de la crueldad y el teatro épico consumaron a la postre una revolución del arte escénico? Analizando el concepto de la historia del filósofo Walter Benjamin y recurriendo a un detallado estudio de su fragmentaria obra, Agustín Elizondo encuentra las respuestas que de paso también explican el impacto del capitalismo en la sociedad moderna.

“Con sus contemporáneos surrealistas, expresionistas y dadaístas —señala el autor—, ambos directores compartieron evidentemente una hostilidad de raíz contra toda la tradición anterior, una intención contundente de ruptura y una actitud profanatoria hacia las instituciones consagradas del arte clásico (en su caso, el teatro naturalista), percibidas por los vanguardistas como esferas encerradas en sí mismas y divorciadas de la vida común de las personas. Como pensadores, Artaud y Brecht detentaron entonces las actitudes esenciales del arte de vanguardia, si bien les tocó en suerte la de ser directores de teatro y desempeñarse artísticamente en un medio por naturaleza conservador [...] Aun así, tanto el teatro de la crueldad como el teatro épico intentaron desplegar dispositivos profanatorios contra el teatro consagrado por el statu quo europeo del momento (el naturalismo), que [...] era su enemigo común.”