Poesía
“En 1916, fui un poeta que cortó una flor natural.”
Armando de Maria y Campos
Semblanza
Durante su estancia en el Instituto Científico de México Mascarones, don Armando manifestó cierto desdén a las materias no relacionadas con la literatura, de ahí que sus maestros lo asignaran a la biblioteca para compensar las bajas calificaciones en éstas. En cambio, se destacaba por componer odas poéticas a los santos que se festejaban.
En 1915 obtuvo la Flor natural en los juegos florales otorgada por la Sociedad Manuel José Othón de la Ciudad de México. Autocalificándose como versista, que no poeta, escribió cuatro libros de versos. El primero, Gemas de primavera, fue publicado en 1916 cuando sólo tenía 18 años de edad; Mis triviales pecados el mismo año; y La hermana de mi novia y Visiones urbanas en 1918 y 1921 respectivamente. Éste último está dedicado a los poetas José Juan Tablada y Genaro Estrada, a quienes reconoce como sus guías y orientadores en “el camino del arte nuevo, limpio y sincero”.
Una nota periodística da cuenta de la publicación de otro libro titulado Bajo las estrellas, del que sólo se da la referencia, pues lamentablemente no ha sido posible localizar un ejemplar. Luego de muchos años de no escribir, don Armando encontró en la poesía el refugio y consuelo para recuperarse de la muerte de su hermano Ernesto acaecida el 18 de julio de 1941. Su poema “Te fuiste” no se publicó, pero se conserva el manuscrito.
Reseñas
Gemas de primavera. | México, Imprenta Victoria, 1916.
“En la urna de este libro están mis 18 años
Qué puede haber en ellos sino amor y juventud
Si aún veo a la vida como un prisma de engaños,
Si aún siento en mi cerebro fragancias de virtud
No tienen estos versos sabor de desengaños
Como han de llorar penas las cuerdas del laúd
Si apenas he vivido mis cortos 18 años,
Si aún siento que me arrastra la eterna multitud!”
(Armando de Maria y Campos. Autopresentación)
Mis triviales pecados. | México, Imprenta Victoria, 1916.
“Hermano peregrino
Que al dar el primer paso en el camino
Te extraviaste, muy grande es mi alegría
Al mirar que tus pasos enderezas.
Olvidando pretéritas flaquezas,
Y de la mano de la fantasía
Andas ya por las rutas de victoria
Que llevan a las cimas de la gloria
Mis triviales pecados es la muestra
De que tu mano señorial se adiestra
En pulsar el laúd
Tiene canciones tu nuevo libro,
Bellas y sutiles y haladas,
Que están, como jazmines, y perfumadas,
Y que son luminosas, como estrellas.”
(José Manuel Ramos. Prólogo al libro, fragmento).
La hermana de mi novia. | México, Imprenta Victoria, 1918.
“Hoy que entro a la vida sereno y fuerte
Hallo en mi recuerdo un manojo de poemas
Que rumorean en mi oído las estrofas de unas mujeres
Y unas emociones ya muy lejos de mí.
Para la chiquilla que más honda huella dejó en mi espíritu
Los recojo en este libraquillo
No más grande que su corazón.”
(Armando de Maria y Campos. Presentación al libro).
Visiones urbanas. | México, Botas e Hijo, 1921.
“Inspirado en la Ciudad de México y sus lugares característicos (calles, mercados, ferias, centros nocturnos, lavaderos públicos y el tranvía), ofrece un cuadro costumbrista del México de los años veinte” (Perla de Maria y Campos).
Te fuiste. | Manuscrito e inédito, 1941.
Cuando pienso mi hermano querido
Cuando pienso que te has ido
Una desesperación horrible
Me entra en todo mi ser
No podré ver de nuevo tu cara
Tus ojos, tu boca, tu espíritu
Quisiera gritar, quisiera llegar hasta ti
Darte mi sangre, mi vida
Para que pudieras vivir
Maldito corazón que te traicionó
Cuando menos lo esperabas
Cuando te sonreía la vida
Y no querías morir